Cuento: El arco iris y el camaleón
Comienza así nuestra historia: un camaleón orgulloso, que se burlaba de los demás por no cambiar de color como él, se pasaba el día diciendo: ¡Qué bello soy! No hay ningún animal que sea tan lindo como yo.
Todos admiraban sus colores, pero no su mal humor y vanidad. Un día, paseaba por el campo, cuando de repente, comenzó a llover. Después de la lluvia salió el sol junto con el arco iris.
El camaleón levantó la vista y se quedó sorprendido al verlo, pero envidioso dijo: ¡No es tan bello como yo!
¿No sabes admirar la belleza del arco iris? –dijo un pequeño pajarito que estaba en la rama de un árbol cercano.-
Si no sabes valorarlo, es difícil que conozcas las verdades que te enseña la naturaleza; si quieres, yo puedo ayudarte a conocer algunas.
Mmm… ¡está bien! –dijo el camaleón. Los colores del arco iris te enseñan a vivir, te muestran los sentimientos. Pero el camaleón le contestó: ¡Mis colores sirven para camuflarme del peligro, no necesito sentimientos para sobrevivir!
Y el pajarito le dijo: Si no tratas de descubrirlos, nunca sabrás lo que puedes sentir a través de ellos. Además, puedes compartirlos con los demás como hace el arco iris con su belleza. El pajarito y el camaleón se sentaron en el campo. Los colores del arco iris se posaron sobre ellos, haciéndoles cosquillas en sus cuerpecitos.
El primero en acercarse fue el color rojo, subió por sus pies y de repente estaban rodeados de manzanos, de rosas rojas y anocheceres.
El color rojo desapareció y, en su lugar, llegó el amarillo, dando vueltas por encima de sus cabezas. Estaban sonrientes, alegres, bailaban y olían el aroma de las flores.
Salieron a la superficie y contemplaron la noche, había un baile en el cielo, y las estrellas se habían puesto sus más brillantes vestidos. El camaleón estaba entusiasmado. La fiesta terminó y apareció el color celeste.
Y COLORIN COLORADO
ESTE CUENTO SE HA ACABADO.
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